viernes, 2 de marzo de 2012

Gattaca (1997)

Nunca entenderé lo que empujó a mi madre a poner su fe en las manos de Dios y no en las de su genetista.





Ambientada en una sociedad futura, en la que la mayor parte de los niños son concebidos in vitro y con técnicas de selección genética. Vincent (Ethan Hawke), uno de los últimos niños concebidos de modo natural, nace con una deficiencia cardíaca y no le auguran más de treinta años de vida. Se le considera un inválido y, como tal, está condenado a realizar los trabajos más desagradables. Su hermano Anton, en cambio, ha recibido una espléndida herencia genética que le garantiza múltiples oportunidades. Desde niño, Vincent sueña con viajar al espacio, pero sabe muy bien que nunca será seleccionado. Durante años ejerce toda clase de trabajos hasta que un día conoce a un hombre que le proporciona la clave para formar parte de la élite: suplantar a Jerome (Jude Law), un deportista que se quedó paralítico por culpa de un accidente. De este modo, Vincent ingresa en la Corporación Gattaca, una industria aeroespacial, que lo selecciona para realizar una misión en Titán. Todo irá bien, gracias a la ayuda de Gerome, hasta que el director del proyecto es asesinado y la consiguiente investigación pone en peligro los planes de Vincent.








En un panorama cinematográfico en el que los efectos especiales parecen ser argumento suficiente para una película y los buenos guiones brillan por su ausencia Gattaca aparece como un pequeño oasis de buen cine completamente ignorado por el gran público.
Un vestuario y una fotografía cuidada suplen una carencia de efectos digitales, ausentes no por la austeridad de los medios, sino por un manifiesto deseo de Niccol
El planteamiento de Gattaca es una vuelta a los esquemas básicos de la Ciencia-Ficción. La película recoge un tema de interés en el mundo que vivimos y lo traslada a un futuro hipotético con el fin de poner de manifiesto los diferentes aspectos del objeto de debate: la manipulación genética.



Pertenecía a una nueva clase baja, ya no determinada por el estatus social o el color de la piel. No, ahora es una ciencia la que automáticamente nos discrimina.



Las premisas: "En un futuro no muy lejano..."

En un futuro no muy lejano los seres humanos son creados a partir del genoma de sus padres, que es seleccionado con el fin de obtener lo mejor de cada uno de ellos.
No es una “utopía” absoluta como la del "Mundo Feliz" de Huxley; los niños del mundo de Gattaca son auténticos hijos de sus padres. Sin embargo han sido manipulados para eliminar cualquier posible rastro de imperfección, como podrían ser la miopía, la calvicie, el alcoholismo, el cáncer o, incluso, la violencia.
Al respecto de la calvicie, El creador de Star Trek, Gene Rondenberry dudaba a la hora de poner a un personaje principal totalmente calvo Mas siendo el Capitán Jean Luc Picard (Patrick Stweard), incluso alguien le hizo algún comentario al respecto a lo que él respondió que en el siglo XXIV la calvice todavía existiría, sólo que a nadie le importaría. Que equivocado estaba, en la sociedad actual se nos sigue juzgando por el aspecto físico y no debería de ser así. Es como en el chiste: Si se presentas dos candidatas para el mismo puesto y con la misma cualificación, ¿a quien cogerán? pues a la que tenga mas tetas sin duda.




La película nos muestra una sociedad aséptica y ordenada donde la contaminación ha desaparecido, las energías son renovables y no hay motivo para suponer violencia o delincuencia. Nos encontramos en la antesala de un mundo aparentemente perfecto. Pero esta perfección ha sido obtenida a costa de cualquier vestigio de humanidad. Los personajes de Gattaca son fríos; sus relaciones, asépticas...
En el mundo de Gattaca uno no puede escapar a sus genes. Por supuesto, la marginación es ilegal (se denomina genomismo) pero un análisis de substancias orgánicas (no siempre legal) es la llave final que abre o cierra las puertas al futuro de cada uno. De forma un tanto irónica, en el mundo de Gattaca el hombre es marginado, de forma perfectamente racional, por la propia ciencia.
En este orden de cosas la casta más marginal del sistema es aquella formada por quienes han sido concebidos de forma natural. En un mundo de hombres y mujeres casi perfectos, estos seres, conocidos como "Hijos de Dios", son relegados a las tareas inferiores a causa de sus imperfecciones.



- Desde pequeño llegue a considerarme lo que me consideraban los demás, un enfermo crónico. Cualquier rasguño o catarro eran tratados como si la vida me fuera en ello . . .

Vincent-Gerome

El protagonista, Vincent, es un individuo que decide luchar por un sueño. Desde que era niño ha soñado con alcanzar las estrellas. Por eso su objetivo es entrar en Gattaca, la base desde la que se lanzan los cohetes que viajan a otros planetas con el fin de investigarlos. Pero Vincent es un "Hijo de Dios", por lo que su sueño está por encima de sus posibilidades.
Con el fin de superar esta situación Vincent debe unir su vida a la de otra persona: Gerome. Gerome es genéticamente perfecto pero que ha caído en desgracia. Un accidente lo encadena a una silla de ruedas. De esta forma surge entre ambos una extraña simbiosis.
Vincent cuida de Gerome y lo mantiene en el alto nivel de vida al que se ha acostumbrado. A cambio, Gerome le presta su cuerpo: restos de pelo, análisis de orina y de sangre que permiten a Vincent luchar por alcanzar las estrellas.
Vincent se ha convertido en lo que se llama un "Escalón prestado"



Realidad o Ficción
Todo esto que nos parece tan lejano no lo es tanto. La investigación del genoma humano, recientemente catalogado al completo, es la puerta que abre la cura a una gran cantidad de enfermedades, pero que permite también investigar de forma inquietante nuestro interior.
Hace ya algunos años que el Reino Unido prohibió la utilización de análisis genéticos a la hora de contratar seguros de vida o de enfermedad, y sin embargo, el hecho de que se haya tenido que prohibir muestra lo cerca que estamos de que sea una realidad.
Y, sin embargo, si podemos evitar que nuestros hijos sufran hemofilia, cáncer o miopía, ¿por qué no hacerlo? El hombre ha luchado siempre en contra de la enfermedad, buscando una cura para sus males. ¿Dónde está, entonces, el límite?
Los hombres y mujeres de Gattaca son más sanos, más fuertes, viven mejor. La película trata el tema sin emitir ningún juicio, simplemente mostrando las posibilidades que ofrece la ciencia. No cae en la tentación fácil de criticar los avances negando las ventajas de cualquier posible progreso. Gattaca se limita a mostrar, dejando todo juicio en manos del espectador.

¿De que va el hombre?
En cierto modo la película hace hincapié en un problema mucho más básico: ¿Qué somos en realidad? El hombre, el ser humano, ¿es tan solo su código genético o es algo más?
El protagonista lucha con todas sus fuerzas por lograr aquello que, se supone, le es inalcanzable. Esta lucha por lo imposible es el motor de la película. No sólo es el argumento principal de la historia, sino también de muchos de los pequeños sucesos que ocurren a lo largo de la misma: Vincent cruzando una carretera pese a que su miopía le impide ver los coches, Gerome subiendo por la escalera de caracol, pese a la parálisis de sus piernas...
A lo largo de toda la película se plantea esta duda, que va más allá de
toda investigación científica. ¿Es el hombre una máquina más, medible, cuantificable? ¿Se puede definir un estándar humano, definir un hombre ideal del cual todos los demás no son sino aproximaciones cuantificables? ¿Somos un porcentaje respecto a un ideal dado o somos algo más?
Vincent parece negar esta posibilidad. Su lucha y su esfuerzo le permiten romper los límites que se le han asignado de manera totalmente científica. ¿Acaso esos límites habían sido mal definidos o es que el error es la simple idea de considerar al hombre como algo que puede ser objetivamente medido?

Y sin embargo, cuando ya creíamos haber captado las normas estéticas de este mundo, la historia se torna sobre aspectos más personales de los protagonistas. Idziak cambia la escala cromática. Los negros, azules y blancos son reemplazados por ocres y la propia película parece haber sido rodada en sepia.
Me gustaría subrayar la imagen de la escalera de caracol en la casa que comparten Vincent y Gerome. La estructura de la escalera recuerda la doble helicoide del ADN. Es, a su manera, un símbolo de todo lo que la película parece querer contarnos. No es, por eso, de extrañar que aparezca en todas las escenas del interior de la casa.




-Quizás fuera el amor a los planetas o quizás mi creciente aversión por este en el que vivía, pero desde donde alcanzo a recordar siempre he soñado con ir al espacio.

Retorno a la Ciencia Ficción clásica

Independientemente de todo esto, la estética que rodea la película es sorprendente desde el momento en el que el futuro parece ser un paso atrás. Es también un ejercicio estético. En un futuro donde la violencia ha sido erradicada y el hombre es creado a imagen de sus deseos, los trajes, los coches... todo parece recordar la estética de las películas y series de Ciencia-Ficción de los años cuarenta.
He nombrado al principio a Asimov, y no ha sido de forma casual. La estética de la película recuerda sus mejores relatos y casi sorprende no encontrarnos con alguno de los robots que pueblan sus sagas.
Los automóviles no son las máquinas futuristas que imaginamos hoy en día, sino unos modelos que a nuestros ojos parecen sacados de un museo y cuya única innovación respecto a los coches de los años cuarenta es el sonido eléctrico de los motores. Los personajes visten con elegantes trajes por la calle (no es raro ver a hombres llevando sombrero) y en sus casas llevan chalecos y pantalones de pinzas. La misma cocina de la casa de Vincent niño parece sacada de un anuncio de aspiradoras de época.


Conclusión.

Gattaca es, ante todo, una película para disfrutar; pero no es un simple divertimento cinematográfico sino que está llena de matices. Un argumento interesante, un guión sólido, personajes complejos, un buen trabajo de los actores y una maravillosa fotografía hacen de Gattaca un ejercicio de buen cine que se saborea desde un principio.
Pero, más allá del goce estético, Gattaca es un elemento para la reflexión. La ciencia avanza, muchas veces a nuestras espaldas. Gattaca es una llamada de atención, un aviso sobre las posibilidades más inquietantes (y más esperanzadoras) de una tecnología, la genética, que avanza cada vez más rápidamente, al margen de los diversos debates éticos y morales que suscita.
No es posible ver Gattaca sin reflexionar acerca del tema que plantea y que, tal vez, sea más importante que la propia película. ¿Es ético modificar el genoma? La respuesta es clara cuando hablamos de evitar cáncer, hemofilia, sindrome de Down o muchas otras enfermedades. Pero si la modificación es ética para curar o evitar enfermedades ¿cuál es el límite de lo que consideramos enfermedad? ¿Está justificada para la miopía o para la calvicie? ¿Y para obtener una estatura correcta, ojos azules y piel clara? ¿Dónde está el límite? El límite es el cielo.





Reparto:
Ethan Hawke (Daybreakers, Tranining Day, Staten Island…..)
Uma Thurman (Prime, Pulp Ficcion, Kill Bill, Los Miserables, Bee Cool…)
Alan Arkin (¡Que vienen los rusos!, Eduardo Manostijeras, Pequeña Miss Sunshine)
Jude Law(ExisteZ, Inteligencia Artificial, Alfie, Repo Men)
Loren Dean (Enemigo Público, Amor por accidente)
Gore Vidal
Ernest Borgnine (Los Vikingos,El vuelo del Fénix, Doce en el patíbulo,El día del Fin del Mundo)
Premios
Nominada al Oscar: Mejor dirección artística
Nominada al Globo de Oro: Mejor banda sonora original
Festival de Sitges: Mejor película, mejor banda sonora

Director: Andrew Niccol (In Time, El show de Truman(guonista)
Productor: Danny DeVito
Guión: Andrew Niccol
Fotografía: Slawomir Idziak
Vestuario: Collen Atwood




Por cierto os recomiendo que no os perdáis la banda sonora

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