¿Por qué regresó Srta. Pinky?
No pensé que regresaría
Tres historias para tres directores:
Está magnifica película, ha sido injustamente olvidada, por eso hoy os voy a hablar de ella a ver si os entra el gusanillo de verla.
“En el cuadro”
Los empleados de un museo, no son capaces de descubrir porque todas las mañanas aparecen cristales rotos a los pies de un cuadro.
Lo que no se imaginan es que el propio pintor sale del interior del cuadro para captar a continuación a un cándido guía del museo, al que con engaños introduce en el interior de la pintura con el único objetivo de conseguir unas cerillas con las cuales encender una vela que de a su “incompleta obra” un aire de paisaje romántico al misterioso caserón.
Desde pequeña he soñado que podía meterme dentro de muchos cuadros, pero visto lo visto y por mucha curiosidad que tuviera creo que de este pasaría de largo con tal de no conocer a los tres insospechados inquilinos…
DIRECTOR: David Eady (“Faces in the Dark”)
“Tu asesinaste a Elizabeth”
En la segunda historia dos hombres se abocan al desastre por el amor a una misma mujer. Aderezada con los vacíos de memoria que ser producen tras las borracheras colosales. En definitiva, un alegato a las “buenas amistades”.
DIRECTOR: George More O'Ferrall
“Lord Mountdrago”
En la tercera historia un lord inglés –Orson Welles- tritura a su opositor y le ridiculiza en el parlamento, después basta su solo recuerdo para penetrar todas las fibras de su inconsciente hasta hacerlo enloquecer.
A destacar la formidable interpretación de Alan Badel (el único actor que redunda en cada historia, con papeles de diferente importancia)
Es Badel, pues, uno de los principales atractivos de la película, junto con la inclusión de Welles, del que se rumorea que habría sido el auténtico director del fragmento en el que participa.
DIRECTORA: Wendy Toye ("Muerte y fantasía", "Media luna de miel")
REPARTO:
Alan Badel (“Chacal”, “Arabesco”)
Elizabeth Sellars (“El robo del banco de Inglaterra”, “La condesa descalza”)
Helen Cherry John Gregson (“Oro en barras”, “La isla del tesoro”)
Orson Welles (“Ciudadano Kane”, “El tercer hombre”, “Mr. Arkadin”)
FOTOGRAFÍA: Georges Périnal
MUSICA: Doreen Carwithen
MONTAJE: Geráld. Turney-Smith
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lunes, 28 de noviembre de 2011
viernes, 18 de noviembre de 2011
La guerre des boutons
La guerra de los botones (1962)
—¡Bueno, pues sí! —dijo—. Me dieron una buena soba. ¿Y qué? ¡Nadie se muere por eso, pues ya estoy aquí! Pero eso no quie decir que no tengamos una cuenta pendiente. Y nos la van a pagar como está mandao.
Una entrañable historia sobre chavales de escuelas rivales.
Tradicionalmente mantienen la guerra que da título al film, en que deben arrancar los botones de las chaquetas de los chicos del otro 'cole'. Se trata una alegoría de los enfrentamientos que acaban invadiendo la vida adulta, aquí narrados con magnífico sentido del humor, entre un puñado de grandes actores infantiles, en la deliciosa campiña francesa.
Real como la vida misma, aunque parezca mentira a la vista de cómo se divierten hoy en día la chiquillería. Nos hace revivir una época ya pasada, en la que la tecnología brillaba por su ausencia y la imaginación y la aventura, realmente vividas, eran todo. Aunque hay que disculparle ciertas deficiencias en imagen y sonido, aquí sí hemos ganado bastante, resulta entretenida y, a ratos, bastante divertida.
DIRECTOR: Yves Robert
GUIÓN: Yves Robert (Visto y no visto, El castillo de mi madre)
François Boyer ( Juegos prohibidos)
MÚSICA: José Berghmans
FOTOGRAFÍA:André Bac (B&W)
REPARTO: André Treton, Michel Isella, Martin Lartigue,
Jean Richard,Jacques Dufilho, Yvette Etiévant, Michel Galabru, Michèle Méritz, Pierre Tchernia
Novela: Louis Pergaud
—Pa que no nos joroben otra vez la ropa, no hay más que un método seguro, que es no llevarla. Así que propongo que luchemos en pelotas.
—¡Desnudos! —exclamó al mismo tiempo un buen número de camaradas, sorprendidos, estupefactos y hasta un poco asustados ante ese procedimiento expeditivo que quizá hería también su sentido del pudor.
Louis Pergaud
Quiso ser científico, pero sus aspiraciones se vieron truncadas como consecuencia de la muerte de su padre y el escaso nivel adquisitivo de su familia.
Trabajó como profesor suplente en Durnes y Landresse. Con posterioridad, ejerció de maestro rural. En 1908 publicó su primer libro de poemas, por el que le fue otorgado el Premio Goncourt. Será en 1912 cuando publique La guerra de los botones, obra de marcado carácter autobiográfico que narra en tono entrañable y desenfadado las aventuras derivadas de la rivalidad entre los chicos de dos pueblos franceses. Poco tiempo después apareció "Miraut, perro de caza", que al igual que su primera novela, se ambienta en el medio rural. La publicación de estas obras fue simultaneada con la redacción de artículos periodísticos, poemas, relatos y estudios de psicología animal.
Los derechos de autor se acaban de liberar al cumplirse los 100 años, por eso ahora aparece un remake. Esperaremos a ver si es digna sucesora de esta película de culto, que todo el que ha sido niño alguna vez debería ver.
—¡Bueno, pues sí! —dijo—. Me dieron una buena soba. ¿Y qué? ¡Nadie se muere por eso, pues ya estoy aquí! Pero eso no quie decir que no tengamos una cuenta pendiente. Y nos la van a pagar como está mandao.
Una entrañable historia sobre chavales de escuelas rivales.
Tradicionalmente mantienen la guerra que da título al film, en que deben arrancar los botones de las chaquetas de los chicos del otro 'cole'. Se trata una alegoría de los enfrentamientos que acaban invadiendo la vida adulta, aquí narrados con magnífico sentido del humor, entre un puñado de grandes actores infantiles, en la deliciosa campiña francesa.
Real como la vida misma, aunque parezca mentira a la vista de cómo se divierten hoy en día la chiquillería. Nos hace revivir una época ya pasada, en la que la tecnología brillaba por su ausencia y la imaginación y la aventura, realmente vividas, eran todo. Aunque hay que disculparle ciertas deficiencias en imagen y sonido, aquí sí hemos ganado bastante, resulta entretenida y, a ratos, bastante divertida.
DIRECTOR: Yves Robert
GUIÓN: Yves Robert (Visto y no visto, El castillo de mi madre)
François Boyer ( Juegos prohibidos)
MÚSICA: José Berghmans
FOTOGRAFÍA:André Bac (B&W)
REPARTO: André Treton, Michel Isella, Martin Lartigue,
Jean Richard,Jacques Dufilho, Yvette Etiévant, Michel Galabru, Michèle Méritz, Pierre Tchernia
Novela: Louis Pergaud
—Pa que no nos joroben otra vez la ropa, no hay más que un método seguro, que es no llevarla. Así que propongo que luchemos en pelotas.
—¡Desnudos! —exclamó al mismo tiempo un buen número de camaradas, sorprendidos, estupefactos y hasta un poco asustados ante ese procedimiento expeditivo que quizá hería también su sentido del pudor.
Louis Pergaud
Quiso ser científico, pero sus aspiraciones se vieron truncadas como consecuencia de la muerte de su padre y el escaso nivel adquisitivo de su familia.
Trabajó como profesor suplente en Durnes y Landresse. Con posterioridad, ejerció de maestro rural. En 1908 publicó su primer libro de poemas, por el que le fue otorgado el Premio Goncourt. Será en 1912 cuando publique La guerra de los botones, obra de marcado carácter autobiográfico que narra en tono entrañable y desenfadado las aventuras derivadas de la rivalidad entre los chicos de dos pueblos franceses. Poco tiempo después apareció "Miraut, perro de caza", que al igual que su primera novela, se ambienta en el medio rural. La publicación de estas obras fue simultaneada con la redacción de artículos periodísticos, poemas, relatos y estudios de psicología animal.
Los derechos de autor se acaban de liberar al cumplirse los 100 años, por eso ahora aparece un remake. Esperaremos a ver si es digna sucesora de esta película de culto, que todo el que ha sido niño alguna vez debería ver.
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